Granada, tanto la ciudad como su Alpujarra enamora, pasear por sus calles, explorar y disfrutar de sus rincones, plazas, miradores, su historia... todo de ella te dejará buenos recuerdos y buen sabor de boca.
La Alpujarra siempre será destino imprescindible si lo que quieres es recargar energía y volver cargados de esa sensación de paz que te trasmiten estos pueblos de interior.
Esta vez solo teníamos un día para disfrutar de todo esto que os cuento, ya que volvíamos a casa sin destino asignado para descansar por el camino, y así de pronto pensamos hacer noche en Soportujar.
Decir que vimos más bien poco, ya que no pudimos hacer noche aquí, y ya empezaba a ponerse el sol, pero lo poco que vimos nos dejó con ganas de volver y descubrir todo lo que Soportujar nos quería mostrar.
Antes de que la noche se cerrara del todo decidimos emprender rumbo a Pampaneira, por lo que unos cuantos kilómetros más con algunas curvas típicas de zonas de montaña y allí llegamos!
Este precioso pueblo ubicado en un valle, salpicado de pequeñas y encantadoras villas ubicadas entre barrancos, cuenta con un área para pecnocta justo a la entrada del pueblo, zona de aparcamiento destinado a autobuses que comparten con el resto de usuarios.
Allí dormimos tranquilos y seguros y en el mismo pueblo, que es de agradecer para poder después desplazarnos a pie a recorrer sus calles y negocios para nuestras comprillas que nunca faltan.
Despertar allí fue expectacular, ya que Pampaneira se caracteriza por su pintoresco emplazamiento entre montañas, su conjunto de casitas blancas dispuestas en forma escalonada, sus tinaos y sus angostas callejuelas serpenteando arriba y abajo, con sus balcones llenos de plantas dando el toque de color y olor. Todos estos elementos son típicos de muchos pueblos de La Alpujarra, pero quizá es en Pampaneira y sus vecinas Capileira o Buvión, donde mayor belleza alcanzan.
El pueblo tiene poco más de 300 habitantes y abarca menos de 18 km², por lo que lo podréis recorrer fácilmente en un par de horas, dejaos llevar y perderos por sus callejuelas estrechas, que os devolverán al punto de partida, la Plaza de la Libertad, el corazón del pueblo. Allí empiezan y terminan todos los caminos y allí se encuentran la mayoría de restaurantes, tiendas de tejidos, terrazas, etc., por lo que lo localizaréis sin problema alguno.
Antes de abandonar el pueblo no dejéis de visitar alguno de sus talleres artesanales o sus famosas tiendas de alfombras y jarapas, un tejido característico de la zona que da un precioso toque de color a Pampaneira.
Otra de las visitas obligadas es la fábrica de chocolates de la abuela Ili, te aseguro que de allí sales con bolsita en mano 😬💞.
Tampoco te podrás ir sin probar sus productos artesanales, quesos, embutidos, mermeladas... Nosotros pasamos otra vez por caja en la bodega La Moralea, y decir que o acertamos en lo elegido o seguramente todo está igual de bueno 😬.
Alrededor de la plaza principal así como por sus callejuelas hay variedad de sitios donde poner tomarte una buena cerveza y un buen plato de comida pero había que decantarse por uno, y como la situación no nos dejaba relajarnos en este sentido, pero sobre todo el papi quería un buen plato alpujarreño, nos dejamos guiar por una chica super encantadora y nos adentramos al Restaurante Ruta del Mulhacen, subiendo a su terraza, en un rincón apartado en el que sólo había dos mesitas y con unas vistas im-pre-sio-nan-tes, saciamos nuestro apetito de manera comunal 🤭 .
Hicimos más compritas, pan, calcetines, flauta de bambú, algún que otro recuerdo..., Sin duda nos gusta contribuir con los negocios de los sitios que solemos visitar, bien en coche, hotel o como en este caso, autocaravana.
¿Y por qué quiero hacer mención a esto último? Porque quiero remarcar que este sector puede que no deje beneficio en los alojamientos, pero sí en el resto de negocios que no son pocos. Y aunque en esta ocasión viajamos de esta manera no siempre es así, y recomendaremos, volveremos, y contribuiremos con aquellos pueblos/ciudades que nos traten como merece ser tratado cualquiera de ustedes, con áreas podremos hacerlo, sin áreas no nos queda otra que pasar de largo.
Y para terminar os dejo algunas de las pocas fotografías que pude realizar, ya que estabamos embobados con no perdernos ningún detalle de este maravilloso pueblo y sus gentes. Volveremos! A recorrer sus senderos y poder saborear con más detenimiento todo lo que este bello pueblo nos quiera mostrar.
Gracias Pampaneira, uno de los pueblos más bonitos de La Alpujarra… sin duda.
😘😘😘😍😍😍
ResponderEliminar😘
EliminarPrecioso Mar!!! 🥰
ResponderEliminarGracias!
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