Nuevos proyectos, nuevas rutinas, en definitiva un cambio hacia otras etapas en mi vida, y todo lo que hasta el momento era mi día a día cambió dando paso a nuevas prioridades, dejando este blog entre otras cosas aparcado.
Pues bien, yo creo que aunque sea de la manera que se titula mi blog, quiero intentar retomarlo y escribir en este, mi diario, algunas de las escapadas que realizo para de alguna manera evadirme de la locura que estanos atravesando, eso sí, con la máxima responsabilidad y prudencia, y siempre que las condiciones nos lo permitan, la vida sigue y debemos aprender a vivirla con algunos cambios pero vivirla.
Pues bien, este no ha sido el primero, ni el mejor, pero si el que he decidido que sería el que compartiría por aquí, y para ello tomé fotografías de casi todos los rincones para poder publicar y enseñaros este lugar hasta ahora desconocido para mí.
Como sabéis, aquí en Andalucía seguimos con el cierre perimetral entre provincias, y eso nos hace investigar rincones de nuestra provincia que en otro caso quizá no haríamos, hay que sacar el lado positivo 😉, me está encantando la experiencia de descubrir y conocer más mi lugar de origen, aunque se echa de menos el movernos con total libertad y seguridad claro está, pero me gusta quedarme con el lado bueno, y pensar que ya queda menos para ello.
Pues bien, este fin de semana pasado decidimos hacer una escapada a menos de media hora de casa, al desierto de Tabernas.
He de decir que no esperaba mucho de esta escapada y me sorprendió gratamente, llegamos a un lugar apartado, tranquilo, agradable, donde la paz reinaba y el silencio era interrumpido por el cantar de los pájaros. En pleno desierto, un lugar rodeado de olivos, vegetación autóctona, y caminos para recorrer en bici o caminando. También decir que aunque el circuito está cerca y se oye el rugir de los motores no molesta, en exceso, al menos a nosotros, como para no dejarte disfrutar del resto de sonidos de la naturaleza del lugar.
El área la regenta un matrimonio inglés muy agradable, manteniendo el lugar muy cuidado y haciendo del mismo un lugar tan confortable y familiar como si estuvieras en el patio de tu propia casa de campo.
Éramos los únicos españoles, el resto de autocaravanistas que allí había, eran matrimonios extranjeros, que a pesar de no entendernos eran muy cordiales y agradables.
Llegamos el sábado a medio día, con las indicaciones que ya habíamos buscado en web no tiene pérdida alguna. En lo que sí nos perdimos un poco fue en que pensábamos que hablarían algo de español y no fue así, pero bueno, fue bien la experiencia de sentir estar en el extranjero a tan pocos minutos de casa 😬.
El chico nos hizo un recorrido por las instalaciones, enseñándonos cada espacio, y "explicándonos" las 3 cosas básicas que necesitábamos saber, las parcelas son super amplias, con chinorro, rodeadas de arbustos y pinos, con su toma de agua y electricidad, con un contenedor de basura pequeño a la entrada de cada par de parcelas, una calle central amplia, piscina al fondo del recinto, zona de aseo, lavadora, zona de petanca, dos cascadas que hace que el sonido del agua se sume la del cantar de los pájaros y que da una serenidad infinita al lugar, un huerto a la entrada con olivos y otras plantas... el resto lo descubrimos solos por la tarde y he de decir nuevamente que la recarga de pilas fue total, nos gustó la mini cabaña de la entrada que cuenta con algunas cositas de venta básicas así como abalorios o decoración, y una pequeña biblioteca con diversos títulos, aunque ninguno en español 😔, menos mal que nosotros siempre llevamos con nosotros nuestras propias lecturas, pero a la peque le ilusionó mucho cuando vio ese espacio y se desilusionó al no encontrar nada que ella pudiera leer, aunque imagino que lo tienen enfocado a la clientela que suela requerirle este servicio o incluso pensamos que serían sus propias lecturas que comparten con el resto de visitantes.
Por la tarde cogimos nuestras bicicletas y nos fuimos con la peque a recorrer algunos de los caminos de la zona y explorar un poco las inmediaciones, y era alucinante ver cruzar delante nuestra cada 2x3 conejos a lo largo de todo el recorrido, sobre todo a la niña le gustó mucho verlos correr por el campo tan cerquita nuestra.
La noche era super tranquila, el atardecer fue precioso, y ¡otra sorpresa!, nos visitó Julie, la dueña, para preguntar si queríamos pan a la mañana siguiente, y claro, le dijimos que sí, al igual que el resto de "vecinos". Y a las 9 de la mañana ella misma vino repartiendo el mismo, recién horneado, tierno, el olor... Ufff tremendo! os diré que en el desayuno desapareció por completo y nos arrepentimos de no haber encargado más 🤭😅.
Por la mañana fue todo un espectáculo para todos los sentidos contemplar el amanecer escuchando el cantar de las aves posadas en las ramas de los árboles cercanos, semitumbada en la butaca tapada con una manta mientras todos dormían, me resulta complicado describir la sensación y el momento vivido, sin duda algo que todos deberíamos disfrutar y sentir para comenzar el día con buenas sensaciones y pensamientos.
Un buen desayuno, buena compañía, paz, tranquilidad y comenzamos el día con la energía a tope.
Volvimos esta vez a recorrer otro de los caminos en bici, disfrutando del paisaje y bichitos raros que nunca habíamos visto, jugamos a la petanca con la peque, al bamington, al disco, al pilla pilla .. sin duda ella tiene más pilas que nosotros, que acabamos rindiéndonos y ella tan fresca 😅
Bueno! Y se me olvidaba!! Tienen dos perritos de mascota y un precioso gato llamado Wisky, super mimoso, que como a mi peque le enamoran los gatos, pues para no ser menos, este también la enamoró desde el segundo uno 😍😺, y bueno, no me enrollo más y os dejo las fotos por aquí 👇🏼 del área de autocaravanas Little Texas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario